martes, 21 de septiembre de 2010

Vivir en Cartagena, La Refinería, otro mundo

Esta tarde entré a la refinería, a una planta en funcionamiento. Me sentía en una película de terror, tipo Alien, cuando van andando por un temeroso planeta desconocido y entran en una nave en la que el peligro parece asomarse por cada rincón. Rodeada de equipos muy viejos, chorreados de vaya uno a saber qué, vibrando. Daba miedo. Lo reconozco. Eso que yo sé lo que pasa ahí adentro. Que trabajo ya hace unos cuantos años en ese tema y me daba miedo. Me había metido ahí para ir a ver un cuadro dentro de una subestación. Me explico: entre medio de todos los equipos funcionando, hay una caseta de material donde hay cuadros eléctricos y tenía que entrar ahí a ver a alguien. Al entrar a una sala super vieja, de paredes oscuras y pequeñas luces titilando sonaba un sirena que no se sabía muy bien qué anunciaba. Finalmente todo tenía su explicación: la persona que había ido a ver trabajaba en uno de los cuadros y estaba probando que sonara la alarma adecuada...una explicación bastante más razonable que la de un alienígena asesino al acecho, más real, pero no por eso menos peligrosa.

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