jueves, 29 de julio de 2010

Vacaciones deVerano 2010

Itinerario: Cartagena, Tarragona, Azillanet, Carcassonne, Minerva, Cahors, Saint Emillion, Bordeaux, Biarritz, Saint Jean de Luz, Madrid, Cartagena. Casi 3000 Km de queso, foie gras y vino (un poco de playa también). Creo que han sido de las mejores vacaciones que he tenido nunca.

Antes del Viaje:

Viviendo en Madrid, cada posibilidad de tomar unos días de vacaciones la veía equivalente a la oportunidad de acercarme al mar. Reconozco que me daba un poco de culpa porque consideraba que estando en Europa debería estar conociendo el continente completo y no sólo sus islas y costas. Por eso siempre intentaba compaginar un poco de playa con un poco de turismo cultural. Ahora vivo en Cartagena, así que se terminó esa disyuntiva y me dije: es el momento de encarar el centro del continente. Si repasan la ruta en el mapa verán que no pude alejarme mucho de mis hábitos e inevitablemente pasé unos días en el mar.

Como primer paso para el viaje, Martín y yo, buscamos unas "excusas de viaje" (siempre hay que llevarlas) acorde con nosotros. No somos muy de museos ni catedrales así que nos inclinamos por las siguientes: Ruta de Vino, conocer otro país y no alejarnos mucho de España. Con esto en mente y gracias a los consejos de los amigos trazamos la ruta que íbamos a hacer. Mejor dicho, marcamos unos puntos en el mapa y nos fiamos del GPS para unirlos sabiamente. Y si soy más sincera conmigo misma diré que apenas apunté los nombres en una papel en blanco y ya luego me fui dibujando el mapa en la mente mientras viajábamos.

Así pergueñamos esta aventura, en pocos días y sin mucho esfuerzo, que dio resultados mejores de los esperados. En la próxima entrada, un poco de Tarragona que fue la primera parada.

jueves, 22 de julio de 2010

Intro

Desde pequeña consideré la mesa de luz como un lugar muy privado de las personas. Cuando había algo que no quería que nadie viera, como la carta de un noviete, la envoltura de un bombón regalado por el chico que me gustaba o el recuerdo de alguna travesura, lo guardaba en mi mesita de luz. Seguro que mi madre lo sabía y lo veía, pero para mí era el lugar más privado del mundo.

Hoy en día, mi mesa de luz sigue guardando cosas íntimas. Ya no son secretos que me costarían un regaño, pero sigue habiendo algún ticket de un lugar que no me quiero olvidar, algún collar, algo que todavía no sé dónde guardar, algo que no quiero perder, que no sé que hacer con el pero lo quiero conmigo. Y estas cosas son las que me gustaría compartir en este blog. Cosas que no quiero que se pierdan: fotos de paisajes, recuerdos de lugares... y ya si me animo abro otro cajón y cuento algunas aventuras, algunas ideas, alguna otra cosa. Ahora que les conté esto, sepan que el blog es para verlo todo, pero si vienen a casa: ni se les ocurra tocar mi mesita de luz!