martes, 21 de septiembre de 2010

Vivir en Cartagena, La Refinería, otro mundo

Esta tarde entré a la refinería, a una planta en funcionamiento. Me sentía en una película de terror, tipo Alien, cuando van andando por un temeroso planeta desconocido y entran en una nave en la que el peligro parece asomarse por cada rincón. Rodeada de equipos muy viejos, chorreados de vaya uno a saber qué, vibrando. Daba miedo. Lo reconozco. Eso que yo sé lo que pasa ahí adentro. Que trabajo ya hace unos cuantos años en ese tema y me daba miedo. Me había metido ahí para ir a ver un cuadro dentro de una subestación. Me explico: entre medio de todos los equipos funcionando, hay una caseta de material donde hay cuadros eléctricos y tenía que entrar ahí a ver a alguien. Al entrar a una sala super vieja, de paredes oscuras y pequeñas luces titilando sonaba un sirena que no se sabía muy bien qué anunciaba. Finalmente todo tenía su explicación: la persona que había ido a ver trabajaba en uno de los cuadros y estaba probando que sonara la alarma adecuada...una explicación bastante más razonable que la de un alienígena asesino al acecho, más real, pero no por eso menos peligrosa.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Biarritz, Saint Jean de Luz, Madrid, Cartagena.

La primer sopresa al llegar a Biarritz fue que me sonaba familiar. A ver si a alguien más también: ciudad balnearia sobre la costa del Atlántico, con un paseo costero que incluye hotel 5 estrellas, pileta cubierta, casino y faro. No hacen falta más pistas. SI! igual a Mar del Plata!!! Unos caserones enormes en la última línea de playa y la calle peatonal que termina en la costa. Nos sentíamos como andando por casa. Nos dedicamos a hacer playa pese a que el tiempo no estuvo de lo mejor. Visitamos Saint Jean de Luz, que está muy cerca. Pequeñísima bahía, centrada prácticamente en la playa y el puerto.

Desde biarritz, ya emprendimos la vuelta, esta vez pasando por Madrid a ver nuestra casa y hacer algunos trámites. Cada hora en Madrid la disfrutamos ahora más que antes...no me imaginaba que ya podía extrañar dos "casa".

De Madrid a Cartagena ya de un solo tirón. A seguir trabajando, a empezar un blog...