Cahors es una ciudad preciosa rodeada por el río Lot y con un puente muy bonito y tan famoso como el de Avignon, sólo que en éste, no todos cantan -frase de un amigo- ¡obvio que nosotros sí!
Saint Emilion es un pueblo de cuento en el que los viñedos llegan hasta el mismísimo centro del pueblo y al jardín de todas las casas.
Bordeaux es un mini París con sus edificios muy grandes y muy elegantes. Todo muy rico. O sea, que nos dedicamos a comer y beber. Para compensar salimos a correr por Cahors a la hora fresca (7 de la mañana) ¡inolvidable! Es algo que de ahora en más recomiendo a todo el mundo: hagan la prueba en las próximas vacaciones, no hace falta correr, solo saltar de la cama y salir a ver la ciudad, playa, parque, montaña o donde se encuentren a primera hora de la mañana. La luz, los colores, los olores, la gente todo cambia y te llevás otra postal del sitio en el recuerdo.
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