Fue el primer país que visité recién llegada a España. Está al lado claro, se puede ir en colectivo, lo que me parecía en su momento una ventaja (ya aprendí a no aprovechar esa ventaja en España brrrrrrrr escalofríos de sólo pensar en viajar en autobús de nuevo).
Aquella primera vez, en la furia de “sólo me quedo un año en España y tengo que aprovechar al máximo” conocí Lisboa, Sintra, Coimbra, Batalia y Oporto. Todo prácticamente en un día en coche.
Habiendo ya hecho las labores turísticas, las siguientes veces, pude disfrutar de otras actividades: aprendí que existen los pastelitos de belén mmmmmmmmm la carrera por el puente del 25 de abril, que se puede subir al cristo, barrio alto, el bacalao, los fados, porto covo, pastelitos de requesón (sí me gustan los pastelitos en portugal). Lo mejor, la compañía, claro, eso mejora cualquier viaje.
Totalmente de acuerdo, la compañia, perfecta! :D
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