
Antes del Viaje:
Viviendo en Madrid, cada posibilidad de tomar unos días de vacaciones la veía equivalente a la oportunidad de acercarme al mar. Reconozco que me daba un poco de culpa porque consideraba que estando en Europa debería estar conociendo el continente completo y no sólo sus islas y costas. Por eso siempre intentaba compaginar un poco de playa con un poco de turismo cultural. Ahora vivo en Cartagena, así que se terminó esa disyuntiva y me dije: es el momento de encarar el centro del continente. Si repasan la ruta en el mapa verán que no pude alejarme mucho de mis hábitos e inevitablemente pasé unos días en el mar.
Como primer paso para el viaje, Martín y yo, buscamos unas "excusas de viaje" (siempre hay que llevarlas) acorde con nosotros. No somos muy de museos ni catedrales así que nos inclinamos por las siguientes: Ruta de Vino, conocer otro país y no alejarnos mucho de España. Con esto en mente y gracias a los consejos de los amigos trazamos la ruta que íbamos a hacer. Mejor dicho, marcamos unos puntos en el mapa y nos fiamos del GPS para unirlos sabiamente. Y si soy más sincera conmigo misma diré que apenas apunté los nombres en una papel en blanco y ya luego me fui dibujando el mapa en la mente mientras viajábamos.
Así pergueñamos esta aventura, en pocos días y sin mucho esfuerzo, que dio resultados mejores de los esperados. En la próxima entrada, un poco de Tarragona que fue la primera parada.